Por Matías Alba
Al
final se fue como deseaba… El sillón de la calle Viamonte, que ocupó desde el
16 de abril de 1979, lo dejó cuando su corazón dijo “basta”.
Julio
Humberto Grondona estuvo 35 años al frente (y siendo dueño) de la AFA y delegó
el cargo cuando el 30 de julio de 2014 falleció de una aneurisma en la arteria
aorta, a los 82 años.
La
polémica y no menos controversial gestión del vecino de Sarandí arrancó en 1978
como secretario de Finanzas y Hacienda y, un año después, ya se lo observó muy
cerca del denominado “Proceso de Reorganización Nacional” (léase golpe militar
que derrocó al gobierno democrático), como se lo muestra en la celebración de
la Copa del mundo en Argentina, al lado del genocida Jorge Rafael Videla.
Desde
ese momento, Grondona atravesó en su cargo todo tipo de gobiernos sin siquiera
tambalear por un instante por conflictos en puerta, y no tuvo problemas de
acordar con presidentes radicales, peronistas y –como lo era en la actualidad-
de estrechar fuertes vínculos económicos con el Kircherismo.
Además,
el ex ferretero siempre fue muy cuestionado por la forma en la que conseguía la
reelección del sillón más codiciado del futbol argentino. Por ejemplo, como
dato estadístico y anecdótico, en las ocho elecciones que se sometió, Grondona
tuvo en una sola oportunidad un oponente: fue en 1991, cuando el ex árbitro
Teodoro Nitti se presentó y logró un solo voto (como se podría imaginar, el de
Racing).
Las elecciones eran
con el mismísimo Julio Grondona presente, cruzados de brazos delante de la
urna, y con todos sus amigotes –o monigotes- presentes. Increíble.
No
obstante, la justicia se fijo en él muchas veces, pero nunca logró encontrar
las pruebas necesarias para incriminarlo de alguno de los delitos que tanto se
le cuestiona. Hasta su deceso, contaba con orgullo que todas las causas que le
abrieron fueron cerradas con su falta de mérito y absolución. Recibió decenas
de allanamientos, cartas documentos, juicios, acusaciones y otras tantas consideraciones
sobre manejo fraudulento de la AFA, pero siempre fue inocente de culpa y cargo
¡Eso sí que
es tener mucha suerte!
Además,
entre las cantidades de cositas que Julito hizo al frente de la AFA, hay que
contar 87 muertes por violencia en el fútbol. ¿Cómo lo solucionó? Siempre llevó
a cabo patéticas medidas que no lograron extraer a los violentos de los clubes,
los cuales siempre fueron manejados a sus antojos.
Por su parte, durante su larguísimo mandato,
las instituciones (incluidas las más grandes del país) llegaron o estuvieron al
borde de la quiebra. Deudas abismales, pases fraudulentos y contratos insensatos,
nunca faltaron en las más de tres décadas que Grondona estuvo como ”dueño
absoluto” de la pelota.
También,
el negocio de la televisión fue uno de los puntos más importantes y turbios de
su gestión. Recordamos que a mediados de los ’80, Grondona se asoció con Carlos
Ávila, cuando el empresario creó Torneos y Conpetencias (TyC) y acordó con la
AFA cómo para darle forma al negocio del fútbol. Julio Humberto recordó varias
veces que esa sociedad sumó un tercer actor que fue el Grupo Clarín, interesado
en transmitir el fútbol para consolidar su empresa de cable. Así surgió TRISA,
que compró los derechos del fútbol y pertenecía por partes iguales a Torneos y
al Grupo Clarín. El vínculo se cortó cuando Grondona abruptamente rompió el
acuerdo y se asoció con el Gobierno Kirchenrista.
Durante
todos esos años, hubo diversas y decenas de denuncias de lavado de dinero, contratos
sucios, etc. Obviamente, hubo denuncias presentadas en la justicia y hasta una
cámara oculta, realizada por Ávila al presidente de la AFA en octubre de 2011,
donde se denuncia al “pope” por supuestas cuentas millonarias en el exterior.
Ávila hasta mostró copias de escritos o detalles de esas cuentas por alrededor
de 30 millones de dólares, a nombre de Grondona Humberto y Grondona Julio H.
Otra vez… nada pasó.
Hasta
hubo un dirigente “arrepentido” de haber participado de los “jueguitos” de la
AFA y habló. Ese fue el ex presidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler,
quien entre 2002 y 2004 presidió el club de Avellaneda, y luego se su mandato
decidió contar y denunciar lo que el mundo del fútbol conoce y nadie se anima a
decir: los arreglos “sucios” de árbitros, televisión, partidos arreglados, barrabravas
y violencia. La parte más negra de la gran pasión de los argentinos. Desde la
AFA hicieron de todo para que las declaraciones de Ducatenzeiler no llegaran
lejos y hasta lo hicieron pasar por “enfermo mental”.
No
quedan dudas que Julio Grondona manejó a su merced los hilos de la AFA, la
institución que alberga el deporte preferido de los argentinos. Y se dedicó a
que los violentos y empresarios mafiosos sean los actores principales de los
clubes y, obviamente, logró que las familias argentinas vayan cada vez menos a
las canchas y que muchísimas personas descrean del fútbol. Lamentable por donde
se lo mire.
“Todo
pasa” solía decir Grondona en reiteradas oportunidades. Es verdad Julio, todo
pasa, lástima lo que queda.