Por Juan Ignacio Apogliessi
"El Tribunal Oral Federal de Corrientes condenó ayer a tres oficiales retirados
del Ejército y a un ex comandante de Gendarmería por crímenes de lesa humanidad
cometidos en el Regimiento de Infantería 9 durante la dictadura. El empresario
ganadero y ex presidente de la Sociedad Rural de la provincia, capitán Juan
Carlos De Marchi, apodado “El Electricista” por sus destrezas con la picana,
pasará 25 años en una cárcel común como cualquier hijo de vecino. La sentencia
incluyó la absolución de un suboficial del Ejército, la segunda desde la
reapertura de las causas, y un espectáculo dantesco de la militante por los
derechos de los genocidas Cecilia Pando, que incluyó amenazas de muerte a los
jueces, a la diputada Victoria Donda y al titular de la Secretaría de Derechos
Humanos, Eduardo Luis Duhalde."
Este fragmento fue tomado de una nota que Diego Martinez escribió para el diario Pagina 12 y lo encuentro destacado porque resume en algunas lineas toda la situación vivida luego de la lectura de la sentencia.
El resultado, a grandes rasgos, deja matices. Por un lado, la correcta política de Derechos Humanos y, por el otro, las migas de un ideal, y sus miserables formas de defensa, que no hacen más que tornar aún más correcta dicha política de Derechos Humanos.
Esperanza y alegría, para todos menos para ellos mismos, es el camino que parecen tomar los destinos de las bestias que mancharon de sangre la historia des nuestro país. De a poco pareciera que la historia va encausando su dirección hacia la justicia, ausente durante mucho tiempo disfrazada por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, y enterrada con el terrible indulto concedido.
Asco y bajeza, terror y más terror, tristeza y mucha bronca producen escuchar, leer, analizar, reflexionar acerca de lo que una activista, y tristemente defensora del terrorismo de Estado, como Cecilia Pando puede llegar a vocalizar, enfundada en el mismo odio por la vida que demostraron sus protegidos.
Decir que es inhumano su parecer es aceptar su teoría de calificar y descalificar a un ser igual que todos. Me inclino, personalmente, por apodar a esta mujer de obtusa, de ignorante, de mal aprendida e increíblemente descarada.
Ella, al igual que los condenados, y muchos que no lo están, no hacen más que darle sentido a seguir peleando por una justicia que no debe frenar su curso a la hora de encerrar, mediante una ley constitucional, a los responsables de muchas pérdidas. A todos los responsables.
Un capítulo más que muestra la forma como unos responsables autoritarios del Estado manejaban las cosas hace algunos años. Y la forma en que hoy esos mismos deben hacerse cargo de los delitos que han cometido.
1 comentario:
Hola juancho!!
Esto te dejo para que veas que paso y que leo todas tus notas....
Yo.w!!
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