Por Facundo Bianco
Poco serio Basile. Poco serio el periodismo. Son varias las cosas que unen al seleccionador nacional y a los periodistas deportivos con más horas al aire, o líneas escritas. Decir una cosa y hacer otra, por ejemplo.
Basile tomando algo en la pileta del hotel, trago en mano, previo a la final de la Copa América que Argentina perdiera con Brasil por goleada, era un llamativo rasgo de identidad para los medios. Se escribieron y se dijeron, repetidamente, lo bueno de tener un técnico con los códigos del café, de la noche, con el paladar futbolero típico del argentino (aún no sé cuál es). Resultó gracioso, para el periodismo que se reparte entre TyC Sports, Fox, Olé, Clarín y algunas radios, el “no comments” de Basile en un intento por hablar inglés. Los jugadores de la noche a la mañana se convirtieron en “players”, y la prensa estaba contenta, divertida.
Para estos mismos periodistas, el talco que guardaba el Panadero Díaz en su bolsillo y que iba a parar a la espalda de Basile tras el abrazo victorioso, merecía el aplauso y la carcajada cuando el Coco ganaba todo con Boca, pero se convirtió en desagradable e ilógico en cuanto los triunfos desaparecieron.
El esoterismo ahora paga los platos rotos de las poco felices presentaciones de la selección. Basile, lejos de la autocrítica, habla de racha negativa, de mala suerte, pero no centra el análisis en el trabajo, indispensable para mejorar lo producido, que hasta ahora es poco.
El diario Olé no escatima en hacer leña del árbol caído y en una especie de revelación divina parece haberse dado cuenta que Basile era un técnico impresentable antes de asumir, que no trabaja seriamente, que escudado en su rol de seleccionador solo se dedica a elegir jugadores. Le dedicaron una decena de columnas de opinión en su edición del viernes 12 de septiembre, desde donde lo mataron, criticando lo que festejaron tiempo atrás (lectura obligatoria para todo estudiante de periodismo que quiera ver un ejemplo claro del desprecio por la profesión, los intereses y la prensa berreta)
“Vengo a desdramatizar el fútbol” dijo en algún momento el Coco. Curioso entonces que un ultra defensor del significado que tiene “la palabra” no reciba la medalla de plata en la Copa América, o se excuse de brindar una conferencia de prensa tras el papelón del miércoles pasado, en Lima, aduciendo problemas en su garganta. Ni hablar de la salida de Heinze el sábado pasado, en el entretiempo del partido con Paraguay, y los rumores que presagian un final donde el Gringo, dejando su nivel de lado, funciona como chivo expiatorio para un técnico que perdió la brújula.
Panquequearon, exactamente igual que siempre. Lo hicieron con Bielsa, también con Pekerman, y ahora le toca a Basile. La prensa tilinga y poco analista pretende burlarse de la memoria colectiva contradiciéndose según el diario del lunes, otra vez. Recién ahora les resulta extraño que el Cata Díaz juegue de marcador de punta, que Mascherano juegue de ocho o que Riquelme con una marca encima es menos peligroso que el Nestum.
Los periodistas son veletas que corren detrás de intereses, y al mejor estilo Pagani defienden lo indefendible, aunque queden en un ridículo inevitable. Los enamorados de los cuernitos y los gestos más típicos de un hincha desaforado que de un técnico internacional, cayeron en la cuenta de que el trabajo brinda más herramientas para llegar al objetivo, que las cábalas en desuso.
Algo está mal. Algunos se dieron cuenta demasiado tarde y miran con nostalgia lo que pasa del otro lado de la cordillera. Definitivamente, el tiempo le dio la razón.
1 comentario:
Como les va, antes que nada felicitaciones por el blog.
Segundo, hago mi comentario sobre este articulo justamente porlç la nostalgia que me produce el ultimo comentario. Pensar que tuvimos al mejor tecnico con el mejor equipo y que desplegaba el mejor futbol.
Recuerdo muy bien en en esa semana en la que se producia la renuncia de este gran entrenador. Uno de esos días el actual seleccionador argentino hizo el comentario de que el sucesor la iba a tener muy facil porque solo tendria que imitar lo que hacia el "Loco" Bielsa. Pero lamentablemente ninguno de sus dos sucesores entendieron el concepto. Nadie me saca de la cabeza que lo de el mundial fue mala suerte, a los hechos me remito. Gracias a Dios tuvo su segunda oportunidad, nuevamente dejo primera y comodamente ubicada a la selección argentina en las eliminatorias, con un recambio de jugadores que muchas veces le fue reclamado. Sin contar el oro olimpico con la valla invicta, con el goleador del torneo, quizas la mejor verción de tevez en la seleción argentina.
No puedo dejar de mencionar el respecto que emana de sus dirigidos. Sinceramente sueño con volver a verlo agachado atras de la linea de cal con la camperita azul y celeste. Me emocione de verdad. Gracias.
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