Por Matías Alba
Los ángeles terrenales son esas personas que es imposible convencerse que sean mortales. Tienen un carácter especial y un amor único y sincero. Es sumamente hermoso y gratificante cuando la vida te regala uno para que te acompañe a la par. Sentís que siempre está a tu lado y nada te pasará. Te cuida, respeta y quiere como nadie.
Por eso, cuando se te brinda uno, hay que cuidarlo como nadie. Sobretodo, si es un ángel herido. Hay que tratar de que esas heridas cicatricen y que la sincera felicidad que te brinda sea recíproca.
Convivir con un ángel terrenal es lo más hermoso que hay en la vida y es una oportunidad que no se puede dejar pasar. Sin dudas.
Si en tu vida tenés la fortuna de poseer uno, cuidalo, respetalo, amalo. Y todavía no te lo presentaron, tranquilo. Los caminos y cambios de vientos de la vida siempre son positivos y te traerán ese ángel para que la felicidad sea plena por el resto de esa indescifrable ruta, que es la vida.
29 de enero de 2011
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