19 de marzo de 2009

Hasta luego Román, te extrañaré...

Por Matías Alba
Y sí, se venía venir. Desde que me enteré que Diego Armando Maradona se hacía cargo de la Selección Argentina, pensé: “Uy, se viene un quilombo tras otro”. Y parece que lamentablemente no me equivoqué.
Reconozco que Juan Román Riquelme (a quien admiro profundamente, obvio, como jugador, porque de otra manera ni siquiera a Maradona podría admirar) se equivoca muchísimo en sus diferentes formas de actuar o pensar. Pero me extraña que se lo ataque tanto cuando ya hubo varios jugadores –por ejemplo, el exquisito Fernando Redondo- que renunciaron a la Selección Nacional y, además, que no se lo ataque de la misma manera a Maradona. ¿Será por lo que dijo nuestro lector José Luis? ¿Tantos periodistas chupamedias hay? Parece que sí…
Desde que explotó la bomba entre los 10, extrañamente al mejor jugador de todos los tiempos no se le criticó un nuevo desechable comportamiento, a pesar de que no demuestra –como siempre- un respeto y un comportamiento de acuerdo a un entrenador de un seleccionado (como ya lo había demostrado en sus dos anteriores pasos como DT).
En su muy poco tiempo con el buzo de entrenador y antes del primer partido oficial como técnico de la albiceleste, ya tuvo roces con Bilardo, Grondona y, ahora, Riquelme (vale recordar que el enganche de Boca sí ya ganó mucho con la selección, como un Mundial juvenil, un Sudamericano, un Torneo Esperanza de Toulon y una medalla dorada en los juegos olímpicos).
Como ya lo afirmé en una nota anterior de este querido blog, creo que Maradona –a quien admiro profundamente con los cortos puestos- no es una persona preparada para ser el conductor de un equipo, menos de un seleccionado tan importante (ojo, deseo equivocarme y que Diego Armando se “ponga las pilas” de una vez y que la celeste y blanca vuelva a estar en lo más alto). Sin embargo, estoy seguro que luego del fracaso de Alfio Basile, ese “caliente” banco tendría que haberlo ocupado un técnico serio y trabajador, como Carlos Bianchi, Diego Simeone y hasta Miguel Ángel Brindisi. Y, especialmente, que el señor Carlos Salvador Bilardo –como demostró ser un “destructor” del fútbol y una pésima persona y profesional- no tendría que ocupar ni un sólo cargo en la AFA.
No obstante, volviendo al tema en cuestión, Riquelme tendría que cambiar algunas aptitudes personales, pero, lo más importante y lo que nos incumbe a todos, es que en la cancha tiene que seguir de la misma manera de siempre: con la pelota al pie, haciendo que corra la pelota, no el jugador (como le gusta a tantos anti-fútbol, como Bilardo) y logrando que los delanteros se queden mano a mano con el arquero. Por eso, el DT de la Selección tendría que hablar con él -no en los medios- y lograr que Román sea como en Boca: afuera hace lo que quiere y hasta no se habla con ningún compañero, pero adentro “la rompe” y se mata por el equipo. Y, sobre todo, logra dejar a sus compañeros mano a mano con el arquero.

1 comentario:

Esquivando el éxito dijo...

MUY BUENO MATI ¡¡¡
PIENSO COMO VOS........
SOLO DEBERIAMOS JUZGAR EL TRABAJO QUE REALIZAN LOS JUGADORES DENTRO DEL CAMPO, Y EN ESO ROMAN NO DEJA DUDAS, SALVO PARA LOS QUE LO SUFREN Y LO CRITICAN SIN PIEDAD, CON BRONCA...Y QUIZAS CON ENVIDIA
LAMENTABLEMENTE NO OCURRE LO MISMO CON LOS OTROS JUGADORES, NI SIQUIERA CON EL MISMISIMO DIEGO ARMANDO...
MI PREGUNTA ES, SERA PORQUE ES DE BOCA ?
CHAU FELICIDADES ¡¡¡¡¡¡
EL TURCO JOSE LUIS