17 de abril de 2008

¿Londres? No... Buenos Aires


Por Juan Ignacio Apogliessi


“Humo, olor. Olor, humo. Dolor de ojos, dolor de cabeza. La quema de pastizales en el Delta. Otros accidentes en la ruta 9. Es niebla. Desde el martes estamos así”.

Muchas son las frases que se escucharon durante esta semana por todo Buenos Aires a la hora de explicar, entender, criticar y hasta justificar la nube que recubre a gran parte de la Ciudad y el conurbano.

Y continúa. Un día más de amanecer ensombrecido por esa cortina de humo real, a diferencia de la que usaron por los siglos de los siglos nuestros políticos para intentar tapar sus picardías que ya, de todos modos, trae trastornos de salud y de estado de ánimo.

La visibilidad es cada vez mayor si nos remontamos al principio de la semana, pero igual es extraño ver Buenos Aires así. Tapado, cubierto de humo y gente extrañada que aún no se explica como la quema de pastizales en el norte de la provincia y en el sur de Entre Ríos puede producir semejante suceso.

Cálmese. El Servicio Meteorológico pide calma. Se pronostica para mañana la llegada de un viento del oeste que desplace la nube hacía el Río de la Plata. Mientras tanto, los ojos duelen, las gargantas arden –aunque con incidencia también de los gritos que caracterizan al argentino común- y las cabezas sufren algún que otro dolor, sin llegar a ser una migraña, claro. Tampoco es para exagerar. ¿O si?

Recuerde, si va en auto, que sea a velocidad reducida, muy reducida. Si camina por Buenos Aires, que sea despacio también que el humo amortigua los sonidos y quizás puede atropellar a un pobre anciano que viene estornudando.
No se preocupe, el Gobierno porteño dijo que este humo no es toxico y que ya se va a ir. Y disfrute, que usted podrá sacarse fotos para mandar a sus familiares alegando que está en Londres.

No todo es tan malo en este país, mire el lado positivo. Hasta puede cruzarse a D´elía por la calle y no verlo. Y para no ver a D´elía si que tiene haber humo en Buenos Aires.

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