Matías Alba. Un jugador ofensivo devenido en un rústico líbero. Poco ida y vuelta, prefiere anclarse en el área y no pasar al ataque. Así, desde el borde de la cueva chica, codo a codazo, sigue Esperando el Alba.
Agradezco las fervorosas y labiorosas colaboraciones de Juan Ignacio Apogliessi, Facundo Bianco, Etienne Baigorri y Florencia Benigno, refuerzos que supieron acoplarse al equipo y formar la línea de cinco cuando llovieron centros de los dos costados.
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