29 de marzo de 2010

Por Matías Alba

No se pude entender. Aparte de ser gente grande, haber vivido todo lo que sucedió, estar tantos años en los medios, es un transmitor de información. Perdón, supuestamente, es un transmitor de información.
Igualmente, hay que reconocer que en este caso, el señor Chiche Gelblung es un ejemplito de tantas lacras de su calaña; entre otros, no hay que olvidarse de Mariano Grondona y de Bernardo Neustadt, quien ya falleció o -capaz, según sus propios pensamientos- está paseando por Europa.



Por eso, a 34 años del nefasto Golpe de Estado que sufrió la Argentina, no hay que olvidarse jamás de los 30.000 compañeros desaparecidos, del debaqule económico que abatió al país, de la persecución que sufrió la cultura y todos sus ramificaciones y de los llamados periodistas que no sólo estuvieron codo a codo con los milicos, sino que participaron activamente de sus crueles acciones.

Por todo esto, Señores jueces (léase también compatriotas), quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino.

Señores jueces: "Nunca más".