25 de marzo de 2009

¿Feriado? Solo un pensamiento...



Por Juan Ignacio Apogliessi

“La memoria despierta para herir, a los pueblos dormidos que no la dejan vivir, libre como el viento” . León Gieco

Que importante es tener memoria, aunque pasen treinta y tres, cincuenta o dos mil años. La memoria es la que se encarga de encarrilar esos actos que cada día tenemos que decidir hacer, ya sea por rutina o por decisión propia.

Hablar de una fecha aniversario de la última masacre dictatorial extendida desde el año 76 al 83 es tan válido, para que la mente haga gimnasia y nuestra memoria se ejercite, que debería ser más común que lo que efectivamente es.

Sin embargo, más allá de reconocer la bestialidad del gobierno militar, opto por detenerme en un hecho que considero equivocado: Que los días 24 de Marzo de cada año sean feriados.

¿Feriados? ¿Porque feriados? El 24 de Marzo de 1976 fue una fecha triste y de tensión que devino en un período de destrucción a todo aquello que nos respondía a los ideales asesinos de Videla y compañía. Con la inclusión de cada aniversario como feriado, esa fecha terrible del pasado, hoy es un día de relax, un día de suspensión de actividades laborales, un “mini domingo” en medio de la semana donde todos dormimos más, boludeamos más, nos desperezamos más y nos acordamos menos de los que ocurrió hace algo más de tres décadas.

La noche del 23 de marzo de 1976 fue algo totalmente diferente y no considero que la mejor forma de recordar esa fecha sea a través de esta jornada más ociosa que reflexiva donde los jóvenes se van de joda y el resto se queda haciendo todo lo que haría cualquier sabado.

Debemos recordar bien lo ocurrido, no por mero recuerdo sino por la necesidad de saber que nos pasó y que no nos debe pasar nunca más.

Por mi lado, creo que sería mejor que se suspendan las actividades rutinarias pero no en pos de un día ocioso, sino por la posibilidad de que la sociedad se pueda reunir en escuelas, asociaciones y, porque no, en cualquier lugar público para hablar, opinar, reflexionar y sacar conclusiones de lo que nos ocurrió como país.

Solo un pensamiento para poder tener memoria y ser de una vez por todas, como dice León, libres como el viento.

24 de marzo de 2009

A 33 años del golpe de estado,

NUNCA MAS!!!

http://www.youtube.com/watch?v=KHHkwaIe4LE

19 de marzo de 2009

Hasta luego Román, te extrañaré...

Por Matías Alba
Y sí, se venía venir. Desde que me enteré que Diego Armando Maradona se hacía cargo de la Selección Argentina, pensé: “Uy, se viene un quilombo tras otro”. Y parece que lamentablemente no me equivoqué.
Reconozco que Juan Román Riquelme (a quien admiro profundamente, obvio, como jugador, porque de otra manera ni siquiera a Maradona podría admirar) se equivoca muchísimo en sus diferentes formas de actuar o pensar. Pero me extraña que se lo ataque tanto cuando ya hubo varios jugadores –por ejemplo, el exquisito Fernando Redondo- que renunciaron a la Selección Nacional y, además, que no se lo ataque de la misma manera a Maradona. ¿Será por lo que dijo nuestro lector José Luis? ¿Tantos periodistas chupamedias hay? Parece que sí…
Desde que explotó la bomba entre los 10, extrañamente al mejor jugador de todos los tiempos no se le criticó un nuevo desechable comportamiento, a pesar de que no demuestra –como siempre- un respeto y un comportamiento de acuerdo a un entrenador de un seleccionado (como ya lo había demostrado en sus dos anteriores pasos como DT).
En su muy poco tiempo con el buzo de entrenador y antes del primer partido oficial como técnico de la albiceleste, ya tuvo roces con Bilardo, Grondona y, ahora, Riquelme (vale recordar que el enganche de Boca sí ya ganó mucho con la selección, como un Mundial juvenil, un Sudamericano, un Torneo Esperanza de Toulon y una medalla dorada en los juegos olímpicos).
Como ya lo afirmé en una nota anterior de este querido blog, creo que Maradona –a quien admiro profundamente con los cortos puestos- no es una persona preparada para ser el conductor de un equipo, menos de un seleccionado tan importante (ojo, deseo equivocarme y que Diego Armando se “ponga las pilas” de una vez y que la celeste y blanca vuelva a estar en lo más alto). Sin embargo, estoy seguro que luego del fracaso de Alfio Basile, ese “caliente” banco tendría que haberlo ocupado un técnico serio y trabajador, como Carlos Bianchi, Diego Simeone y hasta Miguel Ángel Brindisi. Y, especialmente, que el señor Carlos Salvador Bilardo –como demostró ser un “destructor” del fútbol y una pésima persona y profesional- no tendría que ocupar ni un sólo cargo en la AFA.
No obstante, volviendo al tema en cuestión, Riquelme tendría que cambiar algunas aptitudes personales, pero, lo más importante y lo que nos incumbe a todos, es que en la cancha tiene que seguir de la misma manera de siempre: con la pelota al pie, haciendo que corra la pelota, no el jugador (como le gusta a tantos anti-fútbol, como Bilardo) y logrando que los delanteros se queden mano a mano con el arquero. Por eso, el DT de la Selección tendría que hablar con él -no en los medios- y lograr que Román sea como en Boca: afuera hace lo que quiere y hasta no se habla con ningún compañero, pero adentro “la rompe” y se mata por el equipo. Y, sobre todo, logra dejar a sus compañeros mano a mano con el arquero.

12 de marzo de 2009

Chau Riquelme, ta luego...


Que país el nuestro, Salta un bolonqui y ya cada uno toma partido por alguien.
El turno de esta semana fue el choque mediático de Diego Armando Maradona y Juan Román Riquelme.
Que vos jugás mal, que vos no tenes códigos, que renunció, que no vuelvas…de todo hubo. Hasta los típicos argentinos metidos que colgaron la bandera de apoyo al caprichoso enganche de Boca Juniors, o los que bancan al Diego, hoy entrenador, pero ícono inevitable del fútbol nacional (e internacional).
Y yo me pongo a hojear diarios. Y aparece el Diego criticando y Román llorando. Y la gente opinando. Esta bueno que la gente opine.
Sin embargo me gustaría detenerme en algo que tengo atragantado hace mucho tiempo.
Situación: Maradona Técnico, Riquelme Jugador.
El técnico que dice al jugador (me consta de muy buena fuente) antes de decirlo en los medios que lo necesita de otra forma, con otra predisposición. El jugador acepta rezongando por ser criticado, una situación que el jugador no está acostumbrado a enfrentar porque vive rodeado de dirigentes chupamedias, técnicos sin personalidad, jugadores que lo ignoran por enemistades y un ex seleccionador nacional que lo ponía hasta cuando tenía menos fútbol que el mismísimo Grondona por estos días.
Si, ya se, que cruel soy contra el excelente pero excesivamente caprichoso enganche de Boca Juniors. ¿Que queres Román? ¿Seguir siendo mimado a los 30 pirulos?
Diego Armando Maradona es un personaje de actitudes desechables, pero a la vez es el técnico de la selección y como tal, a mi entender, tiene derecho a decir lo que quiera de los jugadores que elige, simplemente porque considero que los jugadores de hoy son demasiado estrellitas para mi gusto. Y Riquelme es un exagerado en todo sentido.
Me pudriste Riquelme, me pudriste de verdad. Me pudrió tu andar soberbio y tu perfil de trastornadito, tus caras de amargo y tu sonrisa falsa.
Ni tu exquisito juego ni tus logros me tapan lo mal que me caes como persona, lo mal que se ve que le caes a tus “compañeros” y lo mal que le haces a los grupos.
Tu renuncia al principio me dejó pensando. Hoy estoy convencido que con la celeste y blanca no ganaste nada, por eso no te voy a extrañar.

¡Vamos Argentina carajo!

Juan Ignacio Apogliessi

apogliessijuanignacio@hotmail.com

9 de marzo de 2009

Folclore de una sociedad enferma



Por Juan Ignacio Apogliessi

Pensar que algunos aún le dicen folclore.
Pensar que un simple partido de fútbol puede derivar en ese folclore de agresión desmedida, física y moral, hacia otro igual a nosotros, igual al propio discriminador.
El verdadero folclore es jugar con las palabras y desnudar las realidades del otro con un objetivo gracioso pero limitado a las cuestiones del juego.
Este otro folclore, el no folclore de esta sociedad enferma, nos lleva a un punto de culpas compartidas.
Una de ellas es considerar un insulto el ser bolivianos y/o paraguayos para herir al del frente. Otro, es tomar ese mismo termino como una ofensa a uno mismo. Ambas posturas son reprochables y son resultados de una sociedad que cada vez deja más que desear.

Mis respetos a la comunidad boliviana y paraguaya de nuestro país y del resto del mundo.

Mis deseos de que esto no quede así.

La pelota la tienen ahora el INADI, la AFA, los clubes y la sociedad en su conjunto.

La pelota la tenemos todos. Esta en nosotros meterla en el ángulo o tirarla, como tantas otras veces, a la tribuna.

8 de marzo de 2009

El país que no miramos

Por Matías Alba

“Vos pensás así porque nunca le pasó nada a un familiar tuyo”, es la idiotez que me dicen varios en diversos momentos de mi vida, con respecto a mi “rara” manera de pensar sobre que nadie tiene derecho de quitarle la vida a otro, ya sea en un asesinato como en una condena a la pena de muerte.
Cuando una persona mata a otra merece, obviamente, ir a la cárcel y, depende la causa o el hecho, estar muchísimo tiempo o toda la vida tras las rejas. Así de simple (junto a una seria política de inclusión social) se resolverían los tan graves problemas que vivimos todos los días en nuestro país. Entonces, me parece, en realidad habría que reclamar y exigir que actúe -de una vez por todas- la justicia en Argentina, en vez de que todo el mundo quiere convertir la ciudad en una selva. Ejemplificado: no hay que matar a nadie, los delincuentes tienen que verdaderamente cumplir las condenas y, además, en la cárcel tienen que realizarles un excelente y correcto trabajo de integración a la sociedad. ¿Y los que no quieren o pueden aprender? También es muy simple la repuesta: que cumplan la cadena perpetua y listo (vale aclarar que no es nada lindo estar en prisión).
Sin embargo, hay casos que demuestran lo lejos que estamos de la madurez como país y sociedad. Por ejemplo, en estos días salió La Diva de los teléfonos (y de otra cosa no podía ser) a hablar en televisión de la inclusión de la pena de muerte, de “quien mata, tiene que morir, aunque sea joven y pobre” y de los Derechos Humanos. Fue muy gracioso escucharla hablar como una “ciudadana común” y que en su discurso vaya mechando las siguientes frases: “mi chofer” y “el tiempo que estuve en Miami”. Mi pregunta es: ¿eso es un “ciudadana común”?
No obstante, la gente –especialmente la nefasta clase media- aplaudió a la rubia como si fuera una heroína o la nueva y verdadera voz popular.
Pero gracias a Dios, luego también apareció en televisión una señora (no es ninguna Diva, ni nada parecido) llamada Ana, que resultaba ser la viuda de Hernán Landolina, el profesor de Educación Física brutalmente asesinado. “Yo no estoy de acuerdo con la pena de muerte, cada uno tiene su manera de pensar y lo respeto, pero no quiero que me pongan en ese papel", afirmó la ejemplar vecina de Lomas del Mirador, que justamente, sufrió una pérdida muy importante en su vida. Y así, capaz, le hizo meditar a todos los supuestos “justicieros” que se ponen en la piel de otros y opinan como si poseerían la verdadera receta a los graves problemas de la inseguridad (obvio, nunca nombran la falta de cultura, educación e integración que existe actualmente).
Hasta que no crezcamos y cada uno se haga cargo de lo suyo no avanzaremos a ningún puerto (sería interesante que estos mismos “justicieros” -incluída La Diva- también griten en todos lados a quiénes votan para manejar al país). Hasta que no nos dejemos de mirar el ombligo y miremos a nuestros alrededores, no podemos opinar de nada ni de nadie. Hasta que dejemos de ser un país individualista y chato de mentalidad, no podemos esperar nada positivo. Hasta que no nos unamos, razonemos y seamos solidarios, simplemente, seguiremos esperando el alba.