30 de abril de 2008

Cholulismo



Por Facundo Bianco

El pedestal es traicionero. Mirar a todos desde arriba debe generar una sensación bastante particular. Más, si los que están abajo corean tu nombre, flamean banderas con tu cara y aprueban cada una de las palabras que decís, envalentonando hasta el discurso menos combativo.

El éxito marea, dicen quienes lo sufrieron, lo sufren y lo sufrirán: artistas, actores, jugadores de fútbol, y hasta cualquier cuatro de copas que tuvo algunos minutos de la mal considerada fama. ¿Y los políticos? Claro, también los políticos. Si no pregúntenle a Néstor Kirchner, quien la semana pasada coronó su asunción a la conducción del PJ con un acto en Ezeiza, que solo sirvió para que el glorioso sindicalismo argentino elevara su ego.

En un momento de convulsión y ebullición social, en pleno conflicto con “el campo”, entre índices de inflación mentirosos y bolsillos complicados, y con un ministro de economía recién despojado de su cargo, el ex presidente destinó parte de su discurso a referirse al nuevo afiliado que tiene el partido que ahora conduce.

“Yo siempre quise ser el 10 del PJ, pero me parece que ya tenemos al 10. Gracias Diego por confiar en la presidenta argentina”, adelantó Néstor Kirchner, desde su escenario, cuando promediaba el acto. Subido a la arenga general, sentenció con la siguiente frase: “Diego, vos sos pueblo".

Se pueden decir cosas impensadas desde el pedestal. Quizás sea la altura que apuna los pensamientos. No puedo asegurarlo, nunca estuve allí. Pero la realidad brinda ejemplos de los más variados donde el orador se anima a cualquier frase. Por suerte, “todo está guardado en la memoria”.

El contacto entre el marido de Cristina y el ex de Claudia Villafañe llegó a través de Alejandro Granados, intendente de Ezeiza, donde actualmente vive el ex futbolista junto a su novia. Dime con quién andas y te diré quién eres. Entonces, ¿quién es Alejandro Granados?

Menemista de la primera hora, cultivó la amistad del riojano desde antes que sea presidente, en su restaurante El Mangrullo, sobre la Autopista Riccheri. Fue en su casa, el casco de estancia La Celia, en los bosques de Ezeiza, donde se celebró el triunfo de Carlos Menem en 1989. En la cancha de fútbol de su estancia solía jugar la comitiva presidencial, cuando no jugaba en la quinta de Olivos.

Además del famoso restaurante, Granados cuenta con la propiedad de cabezas de ganado. Pero nada de esto parece estar a su nombre: en 1996 la Justicia le embargó el sueldo de intendente, tras una denuncia de dos ex empleados, que no detectaron propiedades a su nombre.

Jugó a ser amigo de poderosos políticos hasta 1995, cuando por fin se decidió a entrar a la arena política y fue electo como intendente del partido de Ezeiza. Su mujer, Isabel Beatriz Visconti, fue electa diputada nacional por la provincia de Buenos Aires allá por 1993. Granados es también amo y señor del club Tristán Suárez (milita actualmente en Primera B), y hasta integró una lista opositora en River Plate.

Además, Granados fue promotor del método Ruckauf para combatir la inseguridad. “Tenemos que meter mano dura”, manifestó en alguna oportunidad. Incluso llamó a la población a armarse “porque estamos en guerra con ellos (los delincuentes), y la guerra hay que librarla: es a matar o morir”. Otra de sus célebres frases fue: “En estos momentos, en ninguna casa debe faltar un arma”. De hecho, cuando Ruckauf convocó al ex carapintada Aldo Rico como ministro de seguridad de la provincia de Buenos Aires, Granados se mostró contento: “Tengo muchísima fe que la gestión de Rico va a ser más que buena”.

¿Maradona es pueblo? Es más complejo definir al pueblo, y sus conductas, que al mismísimo Diego Armando. Sin dudas, fue “barrilete cósmico y genio del fútbol mundial”… siempre dentro de una cancha. Pero eso no lo hace, o por lo menos no debería hacerlo, inimputable. Y mucho menos inimputables son nuestros gobernantes y Kirchner, en este caso.

Es un dato estadístico: Cada presidente electo, pronunciándose en contra o a favor del nefasto Menem, quiso su foto con el ex capitán de la selección nacional. Es posible justificar la foto, porque una cosa es el ídolo deportivo y otra, muy distinta, su punto de vista sobre la política y el poder. Pero ¿es necesaria semejante sentencia de una de las figuras políticas más importantes de la actualidad argentina? Por más puesto de poder que ocupen los políticos, han demostrado no ser ajenos al vicio cholulo del argentino medio.

29 de abril de 2008

Un puente costoso a la cultura



Por Juan Ignacio Apogliessi

“Cada día más gente nos visita y disfruta de nuestras miles de propuestas. Programación especial para niños y jóvenes; presentaciones de libros y firmas de autores; charlas, conferencias y paneles. Nadie puede perderse esta gran fiesta de la cultura”.

La frase que da la bienvenida a la Feria del Libro, edición 2008, es un atractivo casi tan eficiente como efímero, a los pocos minutos de recorrerla.

Sin dudas, culturalmente, este tipo de eventos son de gran importancia a la hora de acercar a la sociedad a la lectura, pero ¿cuanto hay de cierto en esta última frase? ¿Se acerca el lector común a los libros?

Sin dudas, la feria es hoy un recorrido vistoso –producto de una gran inversión económica de sus organizadores y auspiciantes- pero en el valor de los libros se nota la espectacularidad de la muestra. Entonces es preciso preguntar que tan acertada es la presentación de un evento de tanto costo si el propio lector, visitante o quien fuere, no puede acceder al material bibliográfico o lo adquiere al mismo valor –elevado- que en cualquier librería.

Hemingway, García Márquez, Saer, Gelman, Borges y tantos otros dieron a la historia genialidades cuyo valor cultural es indescifrable. Sin embargo, el bolsillo de muchos de los argentinos a los que les gustaría conocer la obra de estos grandes autores tiene un límite económico, seguramente, bastante menor. Y la feria, como lazo cultural, opta por transformarse en un nexo entre las grandes editoriales y los lectores que pueden pagar los precios que se manejan, en vez de ser la excusa perfecta para que aquel que quiera leer, lo haga sin condicionamientos económicos ni de ninguna índole.

Habría que pensar si no sería más útil una feria con más sencillez, sin tanta espectacularidad, con materiales más accesibles a todos aquellos que quieran experimentar el placer de leer las historias, novelas y relatos tan maravillosos productos de genios de la literatura o de simples escritores o comunicadores -novatos o no- que presentan sus obras y en cuyo precio parece que se percibe el valor agregado del vistoso stand.

Esto es solo un punto de vista de parte de alguien que vio a muchos de los visitantes, en los primeros días de la feria, retirarse con las manos llenas. Llenas de folletos y propagandas, y en el mejor de los casos, con algún libro.

“Nadie puede perderse esta gran fiesta de la cultura”, dice el lema. Se la pierden muchos.

28 de abril de 2008

Con dominio propio



Por Florencia Benigno

Desde la creación de Internet, los dominios web sólo permitieron el uso de caracteres en inglés. Pero ahora, los caracteres propios de nuestro alfabeto serán incorporados a partir de un Nombre de Dominio Internacionalizado (IDN). La decisión fue tomada por el canciller Jorge Taiana a través de una resolución que aspira a defender nuestra identidad iberoamericana y fortalecer al MERCOSUR.

Según el proyecto de la Cancillería, en aproximadamente 100 días la letra ñ, la cedilla, las diéresis y los acentos en castellano y portugués formarán parte de los dominios web de nuestro país. Además, se reemplazará el subdominio “.gov.ar” por “.gob.ar”.

La disposición del canciller es una buena medida para darle a las lenguas romance un papel más importante dentro del mundo cybernético. Aunque sabemos que Internet es un área dominada por el inglés, y un mundo en donde las identidades culturales no pueden definirse con claridad, el hecho de introducir nuestros caracteres implica, por lo menos, ganar un espacio de reconocimiento y, por qué no, de promoción del lenguaje.


Fuente: http://www.infobae.com/contenidos/376685-100900-0-La-%D1-acentos-y-la-di%E9resis-podr%E1n-ser-usados-la-web

25 de abril de 2008

Aviones alquilados


Por Etienne Baigorri


Cuando comenzaron hace un par e semanas los incendios en el Delta iniciaron también las dudas y especulaciones sobre el uso de los aviones argentinos para combatir el fuego. El problema, fundamental ante esta situación, es que el Estado no cuenta con aviones propios.

Según un detallado análisis de la Secretaría de Ambiente entre abril y junio no habría incendios, y muy a su pesar, intencional o no, la quema de pastizales que desde hace trece días afecta a más de 70.000 hectáreas en el delta del Paraná y sur de Entre Ríos persiste con más de 250 focos activos y cuando se inició el Gobierno no tuvo aviones hidrantes para detener el fuego.
El servicio de aeronaves para incendios se encuentra tercializado. En octubre del año pasado la resolución 607 de la Jefatura de Gabinete aprobó la licitación para su alquiler, por siete millones de pesos.

El cronograma oficial que había dispuesto la Secretaria de Ambiente, basado en estadísticas, afirmaba que durante el mes de enero y febrero sería de suma importancia contar con los aviones en Buenos Aires, de hecho en su momento de mayor utilización la provincia contó con doce de ellos. Según la programación del Plan Nacional de Manejo del Fuego establecía para estos días tener un solo avión en estado pasivo. Pero a principios de mes el único disponible estaba en un incendio de ochenta hectáreas en Colonia de San Jorge, Misiones.

Romina Picolotti, titular de Medio Ambiente, dividió al país en dos regiones para asignar los recursos aéreos alquilados. La zona oeste esta compuesta por Entre Ríos y Buenos Aires, entre otras, la cual nunca cuenta con más de dos aviones a disposición y, como pasó este mes, pude quedarse sin ninguno.

Reserva antiecológica


Por Etienne Baigorri


El camino de la reserva ecológica de Costanera Sur, tiene como punto de encuentro una playita que por la contaminación del río y el movimiento constante de sus aguas tiene sus costas llenas de basura. A esta situación, se le suman los desechos que producen los mismos visitantes del lugar.

A pesar de que esta playa constituye uno de los espacios verdes más importantes de la ciudad, en la reserva no hay personal de limpieza estable. Las últimas tareas de mantenimiento se hicieron hace más de cinco años, y estuvo a cargo de personas que recibían un plan social por desarrollar ese trabajo.

La cuestión de los residuos sólidos es un problema que se viene arrastrando desde hace más de diez años, y que en la actualidad, con el aumento de la densidad de población, el turismo y la introducción de un nuevo estilo de vida que lleva consigo la aparición de nuevos tipos de basuras, se ha convertido en un problema grave por resolver.

Ahora cambió el panorama, donde antes se podía disfrutar del vuelo de aves, del sonido del río y de la sombra de los bosques de sauces el Ministerio de Ambiente y Espacio Público declaró a varias fuentes oficiales que no tenían nada que informar sobre el tema.

23 de abril de 2008

Zafar


Zafar, La Vela Puerca


Soy de la cuidad con todo lo que ves
Con su ruido, con su gente, consume vejez
Y no puedo evitar, el humo que entra hoy
Pero igual sigo creciendo, soy otro carbón

No voy a imaginar, la pena en los demás
Compro aire y si es puro, pago mucho más
No voy a tolerar, que ya no tengan fe
Que se bajen los brazos, que no haya lucidez.

Me voy, volando por ahí
Y estoy, convencido de ir
Me voy, silbando y sin rencor
Y estoy, zafando del olor.

Me encontré con la gente, que sabe valorar
Que de turista en la capital, han sabido vagar
Y no ha encarado al fin la cruda realidad
De respirar hollín, de llorar alquitrán.

Y empiezo a envejecer, sudando mi verdad
Criado pa´ toser, con mucha variedad
Y adonde ir a parar, cargando con mi olor
Deberíamos andar desnudos pa´ sentirnos mejor.

Me voy, volando por ahí
Y estoy, convencido de ir
Me voy, silbando y sin rencor
Y estoy, zafando del olor.

22 de abril de 2008

El viajar no es un placer


Por Juan Ignacio Apogliessi

“Como sardina” o “como vacas”, quien viaja en tren por Buenos Aires puede experimentar las vivencias de algunos de sus pares en lo que se llama el reino animal.

Viajar en tren es, hoy en día, un recurso para llegar a un lugar con muchas posibilidades de no lograrlo sin ganarse, aunque sea, un disgusto.

El Mitre, el Roca, el San Martín y el Sarmiento son algunas de las líneas protagonistas de mala manera el trazado férreo en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.

En todas ellas, atenuado algunas veces con la presencia del aire acondicionado –sin embargo, defectuoso-, los valientes viajeros sufren día a día el recorrido hacía su trabajo o lugar de estudio, entre otras obligaciones, en condiciones pésimas. Donde entran diez, viajan veinte. Y donde entran más, viajan muchos más.

Es cierto que el imaginario de muchos de los argentinos no colabora a la hora de viajar, pero las empresas que manejan la órbita de este importante medio público no hacen otra cosa que mirar para otro lado. Mientras el negocio funcione, todo vale.

Hay Demoras, suspensiones de servicios, vagones destruidos, vandalismo y mucha desidia de las autoridades. Todo suma.

Ejemplos sobran. El Ferrocarril Sarmiento que une Moreno con Once, tiene en todas sus formaciones carteles que se jactan de que “el tren no funcionará con las puertas abiertas”. Mentira total. En el último año, curiosamente hubo un promedio de veinte accidentes mensuales con pasajeros que se caen de los trenes en marcha. Medidas teóricas hay muchas, pero en la práctica se notan fallas. ¿Como se explica, entonces, la integración de un ferrocarril de dos pisos –con un 40 por ciento más de capacidad- que se usa a las 7 de la mañana hacia Moreno y a las 18 hacia Once, siendo estos horarios pico en las direcciones contrarias? Difícil de entender.

Otro triste caso ejemplificador es el del Ferrocarril San Martín. Sus estribos, creados para que los pasajeros asciendan y desciendan del transporte, son justamente el lugar elegido por muchos para trasladarse de estación a estación.

Repetimos, está precisamente demostrado que la inconciencia colectiva del argentino medio no ayuda a mejorar la situación, pero los guardas –contratados para evitar dichas situaciones, entre otras- no se preocupan en hacer valer las leyes. Además, existe una ley que enuncia claramente que “el ciudadano que ingresa en un tren debe confiar en que el empleado ferroviario se ocupará de su seguridad y por tal condición, la empresa se hará cargo frente a eventuales accidentes”.

Las medidas y las respuestas de los responsables solo se hacen presente cuando se incendia una estación o cuando hay víctimas fatales. Pero, ¿es necesario seguir subestimando a la mala suerte en vez de prevenirla?

Por desgracia, los diferentes ferrocarriles, o bien las empresas que guían sus rumbos, siempre encuentran una excusa para hacernos viajar sencillamente como animales. Lo somos, es cierto, pero podríamos disimularlo un poco desde el máximo provecho de la característica que nos diferencia del resto de ellos: La razón, tanto de quien contrata el servicio como de quien lo presta, además de la del gobierno que negocia las concesiones.

Por ahora, es casi utópico viajar bien en tren por Buenos Aires.

Puntos de vista


Por Facundo Bianco

Más allá de simpatías o antipatías que cada uno pueda tener con el diario Página/12, sus columnas sobre algunos temas relevantes suelen aportar puntos de vista desde distintas áreas de pensamiento.

En este caso, es un sociólogo, ensayista y profesor de Teoría Política de la UBA el que brinda otro punto de vista sobre el conflicto que el Gobierno mantiene con el "campo". Uno puede adherir o no, pero es válido el análisis de los distintos sectores activos de la sociedad, sobre todo los pensadores y trabajadores públicos que, en principio, no son títeres de un poder económico.

Página/12, miércoles 18 de abril, Eduardo Grüner: "Un gobierno legítimamente electo no es directamente miembro de (...) clases dominantes, aunque (...) tienda a actuar sus intereses. Y, en un contexto en el que no está a la vista, ni es razonable prever en lo inmediato, una alternativa consistente y radicalmente diferente para la sociedad, no queda más remedio que enfrentar la desagradable oportunidad de tomar posición; no ‘a favor’ de tal o cual gobierno pero sí, decididamente, en contra del avance también muy decidido de lo que sería mucho peor; y si alguien nos chicanea con que terminamos optando por el ‘mal menor’, no quedará más remedio que recontrachicanearlo exigiéndole que nos muestre dónde queda, aquí y ahora, el ‘bien’ y su posible realización inmediata (...) El modelo del Gobierno no es sustancialmente distinto al de la Sociedad Rural. Pero la derecha y sus adherentes ideológicos no toleran la más mínima diferencia de ‘estilo’ con su modelo. (...) La situación obliga, a todo el que sienta una mínima responsabilidad (social), a sentar con la mayor nitidez posible una posición. Insistamos: no necesariamente a favor del Gobierno, sino inequívocamente en contra de intentonas que, a esta altura, ya nadie puede dudar que son, intencionalmente o no (pero más bien sí) ‘desestabilizadoras’, ‘golpistas’, ‘reaccionarias’”.

Tema hablado si los hay. Sonaron cacerolas, se hizo lobby desde los grandes medios, generó violencia y contra violencia, pérdida de alimentos en un país donde algunos se mueren de hambre y otros pelean por tener más. Así las cosas, el conflicto continúa y amenaza con tener un nuevo capítulo.
Pero tanto se habló, se habla y se hablará, que la inmediatez, el desconocimiento, la poca capacidad o lo que fuera, hicieron que el análisis concreto fuera tan escaso como los alimentos en las góndolas de los supermercados.

17 de abril de 2008

Una relación de conveniencia



Por Matías Alba

Desde que asumió como presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner se mostró muy crítica e intolerante con la prensa Argentina, a tal modo que la relación se fue empeorando con el tiempo.
Cada vez que algún medio televisivo o escrito realizaba una nota en contra de su gestión o persona, no dudaba en salir al cruce –como pocos presidentas/es lo han hecho- para defenderse así misma y a los suyos.
Sin embargo, su comportamiento debería estar de acuerdo a la vestidura presidencial (y no sólo a la vestidura para las revistas) respetando y no limitando la libertad de prensa.
No hay forma –es casi imposible- que un primer mandatario/a reciba alguna crítica, como también halagos, pero eso no sugiere que se responda con los tapones de punta a cada nota que no es de su agrado.
El último round entre el gobierno K y los medios informativos fue cuando la presidenta y su cómplice de turno, Jorge D’Elía, atacaron duramente -aunque sin mencionarlo- al Grupo Clarín (especialmente al diario y al noticiero TN).
Sin embargo, habría que tener mucho cuidado y memoria cuando se ataca de esa manera a un medio, porque, por ejemplo, precisamente al ahora enemigo de turno se le había brindado la primicia de que la señora Cristina Fernández de Kirchner se presentaba como candidata presidencial en las elecciones de octubre de 2007, entre muchas primicias más.
Entonces, claramente se podría deducir que el gobierno K (siguiendo la política de Néstor) utiliza a los medios de comunicación depende la necesidad; no obstante, a los que no coincide en sus pensamientos se obsesiona en criticarlo o cuestionarlos.
Por esta razón, habría que colocar todas las piezas en el tablero y jugarlas cuando se piensa correctamente la movida, porque no queda nada bien que uno de los jugadores se enoje y pateé el tablero

¿Londres? No... Buenos Aires


Por Juan Ignacio Apogliessi


“Humo, olor. Olor, humo. Dolor de ojos, dolor de cabeza. La quema de pastizales en el Delta. Otros accidentes en la ruta 9. Es niebla. Desde el martes estamos así”.

Muchas son las frases que se escucharon durante esta semana por todo Buenos Aires a la hora de explicar, entender, criticar y hasta justificar la nube que recubre a gran parte de la Ciudad y el conurbano.

Y continúa. Un día más de amanecer ensombrecido por esa cortina de humo real, a diferencia de la que usaron por los siglos de los siglos nuestros políticos para intentar tapar sus picardías que ya, de todos modos, trae trastornos de salud y de estado de ánimo.

La visibilidad es cada vez mayor si nos remontamos al principio de la semana, pero igual es extraño ver Buenos Aires así. Tapado, cubierto de humo y gente extrañada que aún no se explica como la quema de pastizales en el norte de la provincia y en el sur de Entre Ríos puede producir semejante suceso.

Cálmese. El Servicio Meteorológico pide calma. Se pronostica para mañana la llegada de un viento del oeste que desplace la nube hacía el Río de la Plata. Mientras tanto, los ojos duelen, las gargantas arden –aunque con incidencia también de los gritos que caracterizan al argentino común- y las cabezas sufren algún que otro dolor, sin llegar a ser una migraña, claro. Tampoco es para exagerar. ¿O si?

Recuerde, si va en auto, que sea a velocidad reducida, muy reducida. Si camina por Buenos Aires, que sea despacio también que el humo amortigua los sonidos y quizás puede atropellar a un pobre anciano que viene estornudando.
No se preocupe, el Gobierno porteño dijo que este humo no es toxico y que ya se va a ir. Y disfrute, que usted podrá sacarse fotos para mandar a sus familiares alegando que está en Londres.

No todo es tan malo en este país, mire el lado positivo. Hasta puede cruzarse a D´elía por la calle y no verlo. Y para no ver a D´elía si que tiene haber humo en Buenos Aires.

16 de abril de 2008

La pelota no se mancha


Por Matías Alba

¿Quién o quiénes son los verdaderos culpables de la violencia en el fútbol argentino? ¿O en realidad habría que mirar mucho más allá de la pelota? La sociedad Argentina -en su gran mayoría- está infectada por la violencia, el malestar, la irritación, la falta de valores y el egoísmo, entre otros puntos negros. Por consiguiente, varios integrantes de esa sociedad -que congenian perfectamente con los requisitos mencionados- aprovechan el mundo fútbol, y su gran economía, para convivir en él y manejarlo a su merced, y también a la de sus jefes. Entonces, hay que tener bien en claro que el fútbol -su historia lo ratifica- es el deporte más hermoso y sano del universo.

Sin embargo, la plaga y la miseria que abunda en el país se traslada a ese deporte tan pasional. Sin olvidar, que habría que sumarle el suculento sueldo que se puede adquirir, por tan sólo ser el grupo que “cope” la popular local y así tener la batuta para cantar a favor de los dirigentes. Todo lo demás llega solo. ¿No da para pensar o sospechar que existan barras bravas de un club que son hinchas de otros, o que la banda “dura" de River Plate es amiga de la de Independiente? Parece ser que ya llegó el punto que el poder y el vil metal es más importante que los colores y el sentimiento hacia un cuadro. Dónde habrán quedado las palabras de Enrique Santos Discépolo en la película “El Hincha” (1951) cuando aseguraba: “El hincha es lo más importante de un club de fútbol. Es el corazón. No sería nada del fútbol sin el hincha”.

Es una lástima que todavía muchos medios informativos y también muchos políticos insistan con tratar de buscarle el pelo al huevo y no observen y analicen que, en realidad, el principal problema se hereda de afuera. De lo contrario, seguirán habiendo muertos, populares vacías (pero los barras -perdón, los violentos- en las plateas) y algunos partidos sin público. Pero especialmente, seguirán manchando a la pelota.

El hambre y las ganas de comer

Por Facundo Bianco

Cuesta entenderlo. Uno supone que desde las esferas de poder hay maneras mucho menos groseras de hacer llegar sus mensajes a los distintos sectores. ¿Necesita la órbita K, enviar al nefasto Luis D’Elía a “tomar la plaza”? Definitivamente no. ¿Existen otros métodos para controlar los precios, que tener a un armado Moreno como negociador? Quiero creer que sí. ¿Qué beneficio le trae al Gobierno que Hugo Moyano y sus muchachos camioneros vayan a “dar vuelta” un campamento de ganaderos durante el llamado “Piquete de la abundancia”? Opino que ninguno.

De todos modos, pareciera que la intolerancia, traducida en injustificable violencia, es la única manera que la Presidenta y los suyos encuentran para disuadir a quienes osen pararse en otra vereda.

Pero el panorama se vuelve más desolador cuando algunos de los que están parados en la otra vereda son, por ejemplo, terratenientes y millonarios exportadores del agro, el Grupo Clarín, o la clase cacerola. Es innegable el poder de Clarín como grupo con la fuerza suficiente como para desestabilizar a un Gobierno, instalar la agenda de cada día, u obrar de boletín oficial o principal opositor, saltando de una vereda a la otra según sus intereses económicos (jamás periodísticos) lo requieran. Ha sabido desarrollar la suficiente cintura para brindarle al Gobierno un “alquiler” de uno de sus productos (Página/12), o presentar un caso de corrupción oficial no comprobado, en la tapa matutina de Clarín.

Resulta casi gracioso leer a los empleados del autoproclamado “gran diario argentino”, despotricar contra la poca libertad de prensa. Debe ser difícil encontrar argumentos a tal reacción, siendo empleado de un conglomerado mediático, principal opositor a la posible (o no) implementación de una nueva ley de radiodifusión.

Contradictoria, para variar, es también la clase media: alineada detrás del lockout del campo, cerca estuvo de desempolvar sus cacerolas de teflón para despotricar contra el Gobierno por la suba de los precios, sin considerar que los precios fueron, son y serán manipulados, entre otros, por el mismo sector al que defendieron.

Oposición por oposición. Cualquier evento parece válido para manifestarse en contra de un Gobierno que, en los últimos meses de conducción, poco hizo para responder a esas reacciones con la altura que su posición requiere. Pero alinearse detrás de cualquier situación, conlleva un riesgo y un peligro muy grande al no diferenciar los intereses propios de los ajenos. Casi desaparecida la conciencia de clase, aparece parte de la media baja apoyando al sector con mayor crecimiento en la economía de los últimos cinco años. Tal situación merece, por lo menos, ser analizada por sus actores.

Por último, políticos y partidos desprestigiados sellan alianzas, las deshacen, se sacan fotos con unos, se reúnen con otros. Pero se han convertido en expertos en aprovechar circunstancias de las más variadas, para ganar cinco minutos de difusión. A cualquier precio. Nunca un proyecto, solo circunstancias más y menos propicias.

¿Será por eso que el debate resulta, en el mejor de los casos, vacío? Con “enemigos” como estos el Gobierno se puede dar el lujo de tener un patotero sentado en el palco, un ministro testaferro del matrimonio o un pistolero amenazante. Todo, por supuesto, ante la poco atenta mirada de una sociedad más preocupada por la pseudo pelea de Mario Pergolini vs. Pettinato.

14 de abril de 2008

Violencia, presente.

Por Etienne Baigorri

Las peleas entre estudiantes son un hecho cada vez más frecuente en todo el país. Sólo en lo que va del año ya se manifestaron 14.199 casos de agresiones físicas a alumnos de la provincia de Buenos Aires, y en Capital Federal, durante el 2007, se denunciaron 176 incidentes violentos en escuelas.

La cantidad de sucesos con las mismas características da lugar a la duda sobre la responsabilidad de los medios masivos de comunicación en haber puesto en el último tiempo la mira sobre estos casos y dejar la puerta abierta a la imitación.

Alumnos que van con armas a la escuela; robos de material didáctico; estudiantes que se golpean; profesores que abusan sexualmente de los chicos. Últimamente, estos temas son moneda corriente para los medios, ya que la violencia en la escuela se convirtió en uno de los temas fundamentales de la agenda periodística.

El boom de las noticias sobre hechos agresivos entre alumnos comenzó el pasado 20 de marzo cuando Jonatan Otero, de 17 años, fue apuñalado con un cortaplumas por un compañero de curso en una escuela de Villa Gesell. Luego, se sumaron tres casos más sobre violencia entre compañeros de aula, los cuales fueron nombrados por todos los medios. En Paraná, Micaela, de 14 años, recibió golpes de sus compañeras por ser linda y vestirse bien; Ángel, de 16 años, fue internado porque un compañero lo atacó con piñas y patadas al terminar la clase en una escuela de Tucumán y un nene de 10 años estuvo hospitalizado varios días porque un compañero de su misma edad, con quien jugaba al fútbol en un potrero del barrio de Acerías, Santa Fe, lo acuchilló por la espalda.

La realidad es que vivimos en una sociedad rodeada de violencia, pero también es cierto que frente a un hecho concreto los medios han continuado con la búsqueda de casos similares e hicieron parecer que este fenómeno es algo nuevo. Cuando en realidad, la violencia siempre estuvo instaurada en las escuelas.

El problema surge en dividir las aguas entre agredidos y agresores, en contar historias fatales de peleas de niños para generar un negocio mediático y en no tener en cuenta el entorno social y familiar de cada uno de estos chicos antes de ponerles un rótulo. Lamentablemente, todos están perdiendo y en cualquier caso todos son víctimas.

9 de abril de 2008

El anochecer en la plaza

Por Juan Ignacio Apogliessi

La Plazoleta Mariano Moreno está ubicada a pocas cuadras de la estación Haedo del Ferrocarril Sarmiento. Rodeada por una escuela –Publica número 8-, una biblioteca municipal, una comisaría y un colegio evangelista, la Placita de la ocho -como la conocen los vecinos- es escenario de encuentro de estudiantes, niños, corredores, jubilados, madres, mascotas, oficiales de policía y un manicero.
Durante el día, la imagen es la misma; pero a la noche, el lugar describe otra realidad.

Pajarito, el arrepentido
“Cada día de mi vida es una incógnita que nunca termino de resolver”, reflexiona Juan Curio –alias Pajarito- sentado en el pasto, antes de llevarse la botella otra vez a la boca. Su voz denota nerviosismo pero no parece un joven de 25 años que dejó el segundo año del secundario “para no hacer nada más productivo que afanarle a los giles que se cruzan”.
Sin trabajo, El Paja habla de su familia. “Mi vieja murió, mi viejo se rajó y mi abuela se gasta todo la jubilación en remedios –dice con bronca- y encima los políticos nos cagan”, se justifica a la hora de contar que roba para luego arrepentirse. “Es duro pero es lo que me queda”, confiesa antes bostezar en un lugar cada vez menos iluminado.

Campanita, entre birra y birra
Marcelo Campuzano –Campanita- no habla mucho. Con 23 años tiene ganas de estudiar para Catador de alcohol. “Robar, no robo, solo pido prestado para escaviar algo con los pibes –explica- y siempre me dan”, cuenta entre risas.
Ex empleado del almacén de una tía, dejó de trabajar “porque de vez en cuando faltaban bebidas –confiesa- aunque siempre eran las de alcohol”, agrega aún riendo.
“Mi casa es como esta plaza, si no están los pibes estoy solo”, sentencia y busca la botella casi vacía. Prefiere tomar en silencio.

Cucho, el pacificador
Mariano Facuchone –Cucho o Cucu para los amigos- se levanta cada mañana para vender golosinas en la estación de Liniers. “A los 26 y con un hijo no podés joder”, explica como justificando su ocupación, a diferencia de los demás. A Cucho se lo nota cansado, pero avisa: “Siempre estoy porque “los amigos –se jacta- son de fierro”.
“Estos dos son copados, pero cuando se ponen en cachivaches hacen pelotudeces”, recrimina Cucu ante la mirada respetuosa de los muchachos. “Adelante mío no afanan porque los mando allá -asegura señalando la ya oscura comisaría- aunque los canas son peores que los chorros”, aclara.

Presentes al anochecer
Cerca de las 23, uno de los bancos de cemento se convierte en el lugar de encuentro de los tres amigos de siempre –aclara Cucho- para “ver que sale”.
Pese al frío, ellos no pierden su reunión de cada noche, hay algo que los hace estar ahí. “Nos conocemos del barrio y es una alta amistad”, se enorgullece Campanita frotando los hombros de los otros, como para enfrentar mejor la corriente que los hace tiritar por momentos. Se ríen, toman y cantan. Pasa un patrullero, esperan que frene pero sigue su camino. “siempre inventan algo para joder”, comenta el mayor.

Los tres se cuentan su día, se aconsejan y se despiden al cabo de 2 horas, confirmando la reunión al día siguiente.Cucho y Campa se van. Pajarito, aún en la plaza, sigue con la mirada a un hombre mayor que pasea a un Bóxer. ¿Te gustan los perros?, pregunto. “No pero mira el reloj que tiene”, confiesa encogiéndose de hombros en medio de una plazoleta que pronto se llenará de niños y estudiantes.

Rock sponsoreado


Quilmas Rock 2008

Rock sponsoreado

Por Facundo Bianco

Una nueva edición del Quilmes Rock se adueñó del Monumental de Nuñez durante cuatro días. Pasaron más de 30 bandas, invitados especiales, shows internacionales, promotoras, vip’s y merchandising.

Es una buena oportunidad de ver algunas bandas, para aquellos que no frecuentan los recitales de rock. También es un reducto donde los padres pueden estar un poco más tranquilos por el cuidado de sus hijos, ya que las medidas de seguridad son mayores. Es la oportunidad de bandas con menor convocatoria de poder tocar en un gran estadio ante miles de personas, que generalmente vienen a escuchar a otro. Quizás estos sean algunos de los puntos positivos, por llamarlos de alguna manera, que tienen este tipo de festivales.

Pero el rock, convertido en cultura (o contra cultura) hace ya muchos años, tuvo entre sus premisas la de despreciar a las empresas multinacionales, a los conglomerados mediáticos y todo lo que atente contra el respeto por la libertad creativa, lejos de arreglos comerciales. Todo eso parece haber quedado atrás, por lo menos para un número interesante de bandas convocantes que desfilaron por el imponente escenario que montó la empresa cervecera.

Entre las bandas locales más reconocidas, que brindaron sus shows entre promotoras y relacionistas públicos que poco tienen que ver con la música que sale de las gigantes torres de sonido, se puede enumerar a: Los Piojos, Bersuit Vergarabat, Mancha de Rolando, Las Pelotas, Ratones Paranoicos, Divididos, Catupecu Machu, y los uruguayos de La Vela Puerca y No te va a gustar.

Algunas bandas tocaron de día, hecho extraño para la idiosincrasia rockera argentina, y se tuvieron que contentar con un más que corto set de 8 canciones. Además, el último día del festival, el estadio de River lució vacío, pese al inédito reparto gratuito de entradas para los asistentes a los días previos.

De todos modos, dos de los números nacionales más populares, no adhieren a este tipo de eventos. Tanto el Indio Solari, como La Renga y Callejeros, tocan en los próximos días en grandes estadios que albergarán a miles de jóvenes (y no tanto), demostrando que anidar bajo el ala del sponsoreo no es la única manera de poder tocar rocanrol.

Un último dato: en el evento más importante y multitudinario que organiza la Quilmes, en su plan anual de marketing, no se vende cerveza. Esto es, por lo menos, curioso.

8 de abril de 2008

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