20 de agosto de 2008

Se viene la avanzada simiesca


Por Facundo Bianco
El portal minutouno.com, propiedad de Chiche Gelblung, acostumbra a publicar boludeces y curiosidades, además de chimentos nacionales e internacionales, y de opinar barbaridades sobre política.

El miércoles 13 de agosto sorprendió con uno de sus originales títulos, haciéndose eco de una noticia difundida por la agencia IANS, de la India.

Según dicha agencia, una violenta banda de monos asaltó una comisaría en la ciudad de Agra, al norte de la India, y tiene a toda la policía local preocupada por recuperar una serie de documentos de vital importancia.

El brutal asalto sucedió el domingo, cuando una veintena de monos enajenados (se presume bajo los efectos del paco) obligó a la policía a pedir refuerzos, al verse desbordada por la ofensiva simiesca. Una vez expulsados los chimpancés del establecimiento policíaco, los oficiales colocaron redes y verjas para asegurar las instalaciones.

Entre los documentos robados por los “monochorros”, como los llamó Mariano Grondona desde su programa, había algunos con importante valor judicial, según la agencia que divulgó la noticia fuera de las fronteras de Agra, ciudad donde ahora no sólo reposa el célebre Taj Mahal, sino también una red del crimen organizado... organizado por monos.




Con la intención de llevarlos al banquillo de la Justicia, devolverlos a la selva o simple y llanamente condenarlos a pena de muerte, los vecinos de Agra han presentado denuncias y hasta han iniciado una campaña en contra de los monos, dando por tierra con aquel equilibrio y pacto de amor que habían logrado Tarzán y su recordada compañera, Cheeta.

El líder de los simios, desde la clandestinidad, aseguró que no merecen la prisión ni ninguna pena similar, amparándose en el precedente sentado en Argentina por Luis D’Elia (según fuentes científicas, hay un parentesco familiar entre los monos y el piquetero, no físico si no mental), cuando años atrás tomó una comisaría en La Boca.



“Claro, como D’Elia es pingüino se lo protege desde el Gobierno”, fueron sus primeras palabras en un comunicado que fue difundido por cadena nacional. “Pedimos la igualdad en el reino animal”, cerró el documento.

El tema ha trascendido fronteras y culturas, y ha llegado a este rincón del mundo, preocupando a las autoridades locales. El Mono Burgos, el Mono Relojero de los Kapanga, Navarro Montoya, y hasta el Mono Tití (primo de Fernández, periodista deportivo), son algunas de las células terroristas que operan en la Argentina. Además, un grupo armado estaría desarrollando tareas en la provincia de La Rioja, bajo las órdenes del Mono Carlo’.

"Las mujeres y los niños de la parte vieja de la ciudad tienen mucho miedo. Los monos son violentos y cada día recibimos numerosas quejas", pataleó el jefe del departamento animal. Los noticieros y los principales matutinos ya se hicieron eco del brote delictivo, proponiendo encuestas a sus lectores a través de sus portales en la web.

De tales encuestas se desprende que el 57.3 por ciento de los votantes opinó que se debe recrudecer la ofensiva bélica contra los monos, comandada por las eficientes fuerzas estadounidenses, que ya habrían enviado tropas tanto a La India como a la Argentina. Las que venían para acá, sin embargo, aprovecharon su paso por Cuba, Venezuela y Bolivia para saldar algunas cuentas.




Por otro lado, un 12.7 por ciento de votantes descree de la peligrosidad de la avanzada simiesca a nivel local, y califica al tema como “una monería”.

El 11 por ciento dijo odiar a la oligarquía gorila, familiares directos de los actuales monos pungas, y el 9 por ciento restante culpó a la violenta escalada simiesca de ser el principal factor por el cual aumentó el precio de venta de un monoambiente en Capital Federal.

"Muchos turistas han sido atacados y mordidos por los monos, pero las autoridades no hacen nada para detenerlos y están proliferando", se quejó un comerciante de Buenos Aires, que tiene un local en la coqueta zona de Recoleta.

Sin embargo, el conflicto desencadenó una puja de intereses y la inminente guerra de clases. Desde el Gobierno se aplicó retenciones a la exportación de bananas, donde un holding empresario liderado por monos obtiene las mayores regalías. La “monogauchocracia”, como la denominaron los medios, se ha movilizado arrojando bananas en todas las rutas del país.

Una gran porción de la clase media, a su vez, se manifestó golpeando sus cacerolas de teflón con los simpáticos plátanos. Pero las marchas en los principales puntos de la Ciudad de Buenos Aires no prosperaron: cuando el incesante golpeteo revolucionario hizo estallar los plátanos, manchando así las elegantes vestimentas, las adineradas manifestantes se marcharon indignadas, pidiendo la aniquilación de los simios.

Cual manotazo de ahogado, el Gobierno nacional ha declarado el Estado de Simio… digo, de sitio.



No hay comentarios: