24 de junio de 2009

Muerto el rey...

Por Matías Alba

…viva el Rey. El 17 de junio falleció el actor y conductor Fernando Peña. Y desde ese momento, me imaginé que iba a suceder lo que finalmente pasó: cientos de personas vinculadas a la farándula se abrazaron a los micrófonos para idolatrar al nuevo muerto. “Es irrepetible”, “Se fue un genio”, “Nunca va a existir uno como él”, “Marcó una tendencia”, etc etc etc, eran algunas de las tantas frases que se escucharon desde la pantalla chica.
No discuto que fue un transgresor y que seguramente siempre dijo lo que pensó. Pero el catalogarlo como genio, inigualable y que era un cómico único. ¿No es mucho?
En mi humilde opinión, el uruguayo era un tipo muy inteligente y un excelente profesional, pero cuando lo escuchaba en algún reportaje o lo veía haciendo sus monerías, no dudaba en exhalar: “Me parece medio pelotudo y está al borde de la ridiculez”.
La verdad que en sus 46 años, Peña nunca me robó una sonrisa y hasta varias veces me obligaba a cambiar de canal cuando estaba opinando o haciendo lo de siempre: colocando su enfermedad o los tipos que se “garchaba” en primer lugar. Creo que me hubiera parecido más útil o interesante que explicara en qué iba a consistir su nuevo espectáculo o de qué se trataba su programa radial.
Por eso estoy seguro que se despidió un hombre que se destacó mucho en la televisión argentina, pero lamentablemente no por toda su profesionalidad e inteligencia que poseía…
¿Genio? ¿Único? ¿Irrepetible? Me parece que no. Está muy lejos de todo eso.
Un cómico irrepetible es Alberto Olmedo, un periodista radial irrepetible será Víctor Hugo Morales o Magdalena Ruiz Guiñazú, un hacedor de personajes irrepetibles será Antonio Gasalla y un “diferente o trasgresor” será Diego Capusotto.
Para mí, Fernando Peña no entró ni entrará en esos privilegiados grupos.
Por su lado, fue muy lamentable y risorio que decenas de actores y periodistas hayan ocupado una gran cantidad de horas al aire para no parar de exhalar ganzadas tras ganzadas acerca del fallecido, porque sólo lo vieron…….¡una vez en alguna fiesta! (la Negra Elizabeth Vernaci –y amiga de Peña- lo definió muy bien: “No puedo creer la cantidad de boludos que aparecieron hablando de Fernando, cuando ni siquiera lo conocieron o lo vieron sólo una vez”).
Lamentablemente, la caja boba y sus televidentes están acostumbrados a eso…
Mientras tanto, seguiremos escuchando que cualquiera (con todo respeto) es el nuevo y único rey de los cuerpos fríos y que nunca, mientras duré la vida en el universo, habrá que olvidarlo.

3 comentarios:

Esquivando el éxito dijo...

Muy interesante tu opinión, Mati. Comparto algunos conceptos, otros no...pero, en conclusión, soy de los que piensan que la muerte de Fernando Peña me generó una angustia más relacionada a "pobre tipo, que quilombo fue todo" a "Que pedazo de genio nos perdimos". Como artista era bueno, y más allá de su libertad de expresión, no comparto la idea de exteriorizar la cuasi promiscuidad que dejó entrever constantemente.

Abrazo

Apo

Chaucha dijo...

Son juicios de valor, gustos. Yo simplemente pienso, cuando sucede algo así, que algo anda mal en el mundo si los artistas se van cada vez más rápido y los milicos torturadores son longevos.

Esquivando el éxito dijo...

Gracias amigos. Me alegro que mi nota les haya dado que pensar, aunque sea algo.
Y con respecto a tu razonamiento Facu (Chaucha), tenés razón y da para otra nota, no?

Abrazos y éxitos

Matías Alba